Atapuerca, el detalle (2/5)

La primera parada en Atapuerca es la Sima del Elefante. Rosa nos cuenta que estamos hablando de 1.3 millones de años (en adelante: MA). Este año, las quince personas que hay trabajando en ella están descubriendo los 20 m2 de superficie del Nivel 7 -en adelante, N7, N8… N19- (y en la pared pueden verse perfectamente los 30 m2 de las diferentes capas de anteriores campañas). Por el momento, en Elefante -como le llaman allí- solamente se han registrado hallazgos paleontológicos, nada de industria lítica (para entendernos, herramientas de piedra)… por eso se conformarían con encontrar una pieza de esas. También nos habla de la mandíbula de homínido que se encontró en el N9 y que el N8 está erosionando al N7. Esperan poder trabajar ese N7 unos 4 ó 5 años; si no hay sorpresas, después de excavar el nivel inferior volverían a excavar en toda la secuencia: desde el N19 (más superior) al actual N7. Nos dice también que, haciendo un ejercicio de imaginación en 3D sobre la sierra en su conjunto y las galerías interconectadas, la zona intermedia de la  Sima del Elefante está conectada con Cueva Mayor por un pasillo de unos 8 metros. Podríamos decir que las características de los diferentes tipos de rocas que la componen habrían permitido algo parecido a un hormiguero con algunos pasadizos intercomunicados de manera natural, y aprovechados cientos de miles de años después por los habitantes de cada uno de los períodos… todo ese proceso geológico habría ocurrido durante los últimos 2-3 MA. En Elefante se han encontrado restos de hipopótamo, de oso y el mayor registro de aves de toda la Trinchera del Ferrocarril.

La segunda parada es quasipornografía para los iniciados en la materia: Cueva Fantasma. ¿Por qué? Pues porque ahí es donde dos de los tres co-directores del complejo arqueológico están dando sus últimos coletazos antes de retirarse dejando todo listo para la generación de investigadores venidera… y porque ya, por fin, se ha confirmado la presencia del tan ansiado Neandertal en ella gracias a un parietal encontrado. Este hallazgo permite completar toda la evolución humana en Euroasia. Algunos darían un brazo por poder trabajar en ese yacimiento junto a Eudald Carbonell y José Mª Bermúdez de Castro, y una mano por poder escuchar de primera mano y sobre el terreno la charla de 20 minutos que nos dieron. Noté como Eudald, con su indumentaria típica de gorro de explorador y colores sufridos, te hace sentir pequeñito mientras mirándote fijamente explica todo lo que han conseguido durante el último año, y lo que queda. Una mirada combinada con pausa y rotundidad a partes iguales que deja bien clara la pasión que tiene por su trabajo. También noté cómo José Mª, Chema, con una gorra negra ya desgastada y llena de polvo aseveraba con la misma firmeza que aflicción la Cueva Fantasma sería su última gran traca de fin de fiesta antes de colgar las botas. Sin fecha definida, pero con la idea en el horizonte cercano. No hay miedo, según dijeron «en Atapuerca hay material para excavar durante los próximos 500 ó 1000 años, literalmente, y estudiar la evolución humana durante el último millón y medio de años». Ahí es nada. 

Dos de los tres co-directores de los yacimientos de Atapuerca
—Eudald Carbonell y Jose Mª Bermúdez De Castro en la Cueva Fantasma—

El año 2017 es el segundo en el que se ha trabajado en la apertura de Cueva Fantasma para facilitar las labores que aún quedan. Y con grandísimas sorpresas, no sólo por la cantidad de fósiles que se ven en los diferentes niveles, sino también porque están encontrando estratos muy-muy antiguos. Una mezcla entre alturas muy modernas, de la época del Neandertal, junto con niveles que pueden ser del Pleistoceno inferior. De momento van a centrar los esfuerzos en cubrir el yacimiento para que la lluvia no lo deteriore, y una vez hecho eso se empezará a excavar… pero eso será en julio de 2018. José María y Eudald tienen una gran esperanza en que Fantasma sea un (otro) gran descubrimiento de la sierra de Atapuerca. Un lugar lleno de yacimientos, muchos conocidos, otros intuidos y no sabemos cuántos desconocidos. Tanto que no se puede abordar. 

—Vista panorámica de la Cueva Fantasma (Año 2017)—

Durante el último año se han realizado cuatro sondeos «de testigo continuo» que se suma al que ya había hecho. Eudald nos contó que, por lo que han visto, pueden decir que cuando el yacimiento esté avanzado tendrá un aspecto parecido a la Gran Dolina, estratigráficamente hablando. Las brechas encontradas se han datado en torno al millón y medio o dos millones de años. Sedimentos encajados cuando se estaban formando las cuevas que serían los más antiguos encontrados hasta la fecha en la sierra. La cueva está muy bien delimitada y se ha descubierto también la entrada de la cueva por la parte de atrás (de la montaña). La parte más elevada del lugar, en la que han aparecido ya algunos restos, data aproximadamente de 80-90 mil años (Pleistoceno superior); y por debajo de ahí habrá posibilidad de llegar hasta el Pleistoceno inferior en los niveles más bajos. Como dijo Eudald: «Podríamos decir que aquí hemos abierto una nueva caja de Pandora, distinta, fuera de la Trinchera». Se ha encontrado ya algo de industria musteriense, que junto con la fauna y el resto de homínido identificado ya como Neandertal completa lo que viene siendo habitual en Atapuerca. Ambos consideran que encontrar homínidos en los niveles más bajos (1.5-2 MA) sería algo muy poco probable, casi un milagro. «Una ilusión nuestra es saber cuándo empezó a haber registros aquí, porque hay restos geológicos de 2-3 MA, cuando ni siquiera existía el río Arlanzón».

—Fósiles de equino encontrado en uno de los niveles más superiores de Cueva Fantasma—

Desde estos enlaces puedes acceder al resto de entradas de la serie:
Atapuerca, el detalle (1/5)
Atapuerca, el detalle (3/5)
Atapuerca, el detalle (4/5)
Atapuerca, el detalle (5/5)

Y este es el enlace a la web de la Fundación Atapuerca.

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